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lunes, 28 de noviembre de 2016

En la cama






Abrí los ojos en mitad de la noche recordándole; hacía años que  desapareció de mis pensamientos.  Nunca había sido buen estudiante y la lectura nunca fue su fuerte, le avergonzaba leer.  
Un día me acompañó a la biblioteca y elegimos un libro para leer en la cama;  Moby Dick, el más grueso que vio en el estante.
 "Así te tendré en la cama más tiempo".  
Terminé comprando el libro.



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-Historia con la que coloaboramos 
y que forma parte del libro
UNIVERSO DE LIBROS-






viernes, 25 de noviembre de 2016

El comienzo de una nueva vida



Es sorprendente y excitante ver cómo, a partir de unas células sexuales, se forma un gameto, se divide, se multiplica y nace algo tan bonito como Martín, al que damos la bienvenida  a este mundo ya que tiene muy poquitas horas de vida.

El tiempo de Martin ahora es dormir y alimentarse. A los 40 días empezará a jugar y a fijarse y luego a gatear y luego a andar e irá a una guardería, y luego a un cole donde “su señorita será la mas guapa y la que más sabe”, y luego a un instituto donde lo más importante serán las chicas y sus amigos y en fin... ya está encarrilado con sus primeros lloriqueos a algo tan maravilloso como es la vida.

No le va a resultar nada fácil. Probablemente su niñez y adolescencia serán sus mejores etapas, aunque tendrá que tener 40 años para darse cuenta.

Además de andar deberá aprender a manejarse en el amor y en el desamor, con un jefe estupendo o con un jefe c., aprenderá la lealtad y sufrirá la deslealtad y en fin... toda una vida por delante por disfrutar y aprender.

Conocerá mil cosas maravillosas... y quizás pueda tener un perro, si le gustan los perros, conducir una moto, si le gustan las motos, acampar en la montaña, si le gusta la montaña y es que las mejores cosas de esta vida son gratis.

Un coche viejo, con una tienda de campaña, con una caja de cervezas y con tres amigos molan más que un Audi de 24.000€, una noche de hotel de 90€, un menú de 50€ y no tener con quien charlar.

Aprenderá a tener respeto por la vida . Aprenderá que lo importante es amar independientemente del género. Aprenderá a respetar a la mujer, la opinión de otras personas y también a los 40 descubrirá que ha venido a este mundo a disfrutar y a aprender y es que, “para aprender lo que es la vida primero tendríamos que vivir una”.

Y se enamorará, y estudiará, y trabajará, y tendrá amigos, y se casará y también se quejara de su jefe, de madrugar, del banco y “de que su pareja no lo deja vivir”, y hará, como dice mi amigo Avilés, lo que hemos hecho todos en algún momento: “mas vale comer dos veces, que dar explicaciones...”...:)
Pero lo más importante es que Siempre tendrá personas a su alrededor velando por su bienestar y aportandole esa felicidad que todo niño debe tener.






Así que, Martin, bienvenido al mundo.

- De Roberto para Martín .
 El nuevo primo de mis sobrinos -




miércoles, 23 de noviembre de 2016

Carta a Oriente!!!


Queridos SSMMRRMM de Oriente.

Este año no me he portado nada mal.
He ayudado a muchas personas en mi trabajo y no he mandado a nadie a t. por c. en 12 meses, que yo recuerde, todo un record.
El año pasado me trajisteis la compañía de un gato, una moto, un bloggert con 18 seguidores, pero de los buenos, de los que te escriben y te escuchan,  un montón de amigos, de esos inquietos, de esos que no pueden estar más de una hora en el mismo sitio, de esos de buen corazón bajo el cuero, los tatuajes o los piercing, y te estoy agradecido.
Este año me gustaría que mi madre siguiera con salud, que para mí es importante, que en mi trabajo pueda seguir ayudando a esas personas que tanto me aportan, dejar de fumar, que no veo el momento, paz interior e ilusión, que este 2016 ha faltado un poquito y en fin, no estaría mal conseguir y mantener cierta armonía en mi persona... que ya toca.
No me hace falta nada material. Con mi tele de 32” y con mis electrodomésticos me conformo.
Tampoco quiero un coche mejor, o una moto mejor... lo único que echo en falta es una casa con sol que como sabes, la mía es gélida en invierno y calurosa en verano, pero tampoco es imprescindible aunque sí que sería un detalle por tu parte.
Una casa de campo, viejecita, con sol, un buen perro y un frigo viejo, de esos que están llenos de cerveza de la marca de Mercadona.
Que me mantuvieras con salud, con mi actual trabajo, que mantuvieras con salud a mi madre, que mantuvieras cerca de mí a mis amigos y creo que ya está.
A Nieves no le hagas caso. Ella lo tiene todo. Una gran familia, una gran perra, unos grandes amigos, un trabajo que puede realizar desde casa y lo único que te pido para ella es salud, que continúe con su trabajo digital y con sus blogs, que gane algún certamen literario (pero solo uno... no vaya a ser que se lo crea...) y un Mac, que su PC no la sigue con tanta creatividad.
Ella tiene una casa con sol y yo te cambio la mía por su Mac.
Y no seáis c. y paséis de largo como en el 2014 y en el 2015... Aunque en el 2016 me disteis mucho, aunque me costó darme cuenta.
Sinceramente...


Roberto.












domingo, 20 de noviembre de 2016

Carta a Oriente


Querido Rey Baltasar:


Un año más te escribo para recordarte que he sido una niña buena.  Soy Nieves.  Me podrás recordar fácilmente porque soy aquella niña que te sorprendí  dejándome el dormitorio de la muñeca nancy, la que lloró el año que  me guiñaste el ojo o la que siempre se quedó esperando la muñeca de trapo de pelo azul.

Como te estaba contado este año he sido muy buena, buenísima.  Ha sido un año lleno de sorpresas. Aprobé el primer curso de ingles, ahora comencé segundo. Estudio mucho, si, ya me conoces que soy muy despistada. Sigo escribiendo historias, algunas mejores que otras la verdad.  Cuido y juego con los sobrinos como siempre en estos años.  He viajado este verano, he visto el Mediterráneo, hacía 10 años que no veía este mar tan calmadito.  Amigos del Mediterráneo vinieron a conocerme, WoW eso fue genial.  Me han vuelto a seleccionar un par de mis historias, me hace feliz ver mis histirias formando parte de bonitos proyectos literarios, aunque esta vez  ya sabes que mi amigo Roberto colaboró en uno de ellos.  Imagino que ya lo conoces, él también es muy muy bueno, espero que no olvides lo que te comenté en la carta que te mandé por correo.

Este año voy a pedirte cosas muy importantes así que espero que no olvides ninguna.  Ya sé que no se puede tener todo pero como eres mágico sé que tú con tus compañeros haréis lo posible...

Verás Majestad... Yo, yo lo que quiero, es, es que me pasen cosas bonitas,  no hace falta  se sean grandes cosas,  algún viaje inesperado, alguna visita sorpresa, que la imaginación permanezca  en mí  para poder seguir soñando.  Ya sabes que yo no soy de planes, ninguno me sale como esperaba, ni soy  chica con suerte, así que este año te pido lo mismito que el año pasado.  Que de vez en cuando soltéis algo de vuestra magia para que la suerte caiga de mi lado.  Te estoy muy agradecida porque todo lo que me has traído este año me encantó... bueno salvo una cosa, comprendo que en eso del amor la cosa se complica pero no me gustó el amor que me trajiste, así que lo rechacé, si claro, con sutileza para no lastimar.  Ay que pena... pero ahí debéis andar con más sicología,  ya me conocéis, no creo que sea tan complicado encontrar un tipo normal, un tipo que me traiga ese amor romántico de forma recíproca, porque el amor por muy incondicional que sea cuando va en un solo sentido termina agotándose y aburriendo.  No pido un tipo ni demasiado guapo ni rico, ni ningún superhéroe.  Un tipo común con sus luces y sus sombras, alguien que con vuestro rollito mágico me lo pongáis en ese lugar llamado casualidad y poco más.  Quiero que el tiempo no pase tan rápido.  Quiero ese tipo de cosas que hacen que mi corazón se expanda, esas cosas que me alegran y me hacen sentir bien y especial al menos, un momento;  cosas como  encontrar dinero al ir a lavar un pantalón o recoger un bolso, no tener que ir a visitar al médico en todo el año,  recibir alguna carta y correos electrónicos bonitos,  una mirada cómplice, un sonrisa intensa, tomar unas cañas o un café con charla junto a l@s amig@s mientras creemos arreglar el mundo, un beso que no esperas,  un mensaje de amor de madrugada…  hornear un bizcocho el domingo por la tarde, escuchar esa canción que te encanta, la sonrisa que aparece al decir lo mismo al mismo tiempo, recordar momentos y sensaciones al ver las fotos de un viaje,  manta y palomitas para ver una película en el sofá, tumbarte al solecito en la playa, tener agua caliente de la ducha en un día frío. Quiero no dejar de soñar, ni dejar de creer en la gente, ni dejar de jugar.  Que la imaginación no se agote  y seguir siendo la misma niña con esperanza inagotable...


Soy consciente que lo que te pido no es nada fácil, que no podré tenerlo todo.   Comprendo que hay personas que lo necesiten más que yo y ellos sean prioridad, aún así agradezco vuestro esfuerzo. Os agradezco de todo corazón que hayáis adelantado vuestra noche de regalos y me dejarais en la puerta a mi Diana, una perrita que llegó con el viento, perdida, sola y abandonada...  sin duda es uno de esos regalos disfrazado de casualidad y destino que os agradeceré durante muchos años.  Es una perrita muy buena, sé que vuestra magia  ha estado presente,  Diana no estará perdida, ni abandonada ni sola nunca más.  Gracias por habérmela traído a mi lado.

Espero que hayáis tenido un buen año.


Con todo mi cariño

Nieves.




domingo, 13 de noviembre de 2016

No te rindas…




No te rindas, aún estás a tiempo,
De alcanzar y comenzar de nuevo,
Aceptar tus sombras,
Enterrar tus miedos,
Liberar el lastre,
Retomar el vuelo.

No te rindas que la vida es eso,
Continuar el viaje,
Perseguir tus sueños,
Destrabar el tiempo,
Correr los escombros,
Y destapar el cielo.

No te rindas, por favor no cedas,
Aunque el frío queme,
Aunque el miedo muerda,
Aunque el sol se esconda,
Y se calle el viento,
Aún hay fuego en tu alma,
Aún hay vida en tus sueños.

Porque la vida es tuya y tuyo también el deseo,
Porque lo has querido y porque te quiero,
Porque existe el vino y el amor, es cierto,
Porque no hay heridas que no cure el tiempo.

Abrir las puertas,
Quitar los cerrojos,
Abandonar las murallas que te protegieron,
Vivir la vida y aceptar el reto,
Recuperar la risa,
Ensayar un canto,
Bajar la guardia y extender las manos,
Desplegar las alas,
E intentar de nuevo,
Celebrar la vida y retomar los cielos.

No te rindas, por favor no cedas,
Aunque el frío queme,
Aunque el miedo muerda,
Aunque el sol se ponga y se calle el viento,
Aún hay fuego en tu alma,
Aún hay vida en tus sueños,
Porque cada día es un comienzo nuevo,
Porque esta es la hora y el mejor momento.
Porque no estás solo, porque yo te quiero.




No es mío no, es de Mario...  Mario Benedetti.-








miércoles, 9 de noviembre de 2016

Siempre hay más...


Nada se acaba nunca, todo evoluciona.
Tras lo que parecía el final aparece de nuevo el principio, un débil rayo de luz que acabará iluminando, resplandeciente, todo aquello que a tus ojos se le antojaba penumbra. 

En esta vida siempre hay más, lo mejor está  eternamente por llegar.
No te rindas con tus sueños, continua caminando por donde mas cómodas se sientan tus piernas y tu espíritu. 

No cejes en tu empeño, pues allá donde otros quizá no vean nada, tú vislumbres una rendija de esperanza. 

La vida es una preciosa melodía sin principio ni final. 
Jamás dejes de bailar... 
Nunca digas que es la última canción.







viernes, 4 de noviembre de 2016

Snow.-




Allí  donde los rayos de sol son más fuertes, donde las nubes son como algodones de sueños, allí donde pocos llegan porque pocos saben el camino hacia  Snow, la chica de las plumas.

 Owachy el lobo se sienta frente a ella, silencioso.   Ella sabe que tiene algo, que algo le ronda, que algo le quema por dentro. Snow permanece en silencio, sabe que es hombre noble pero que también se remueve y agita cuando se siente incómodo.

La luna reina en la noche de noviembre. Ilumina como candil  las noches de candelas y crepitar de leña.
Snow mira al cielo, ella también está agitada, ella está de luna.

El viento mueve débilmente las ramas de los árboles,  algunas hojas caen planeando al suelo alfombrado, el viento  mueve el pelo de la mujer sin agitarlo demasiado mientras ella le roba uno de los cigarrillos que olvidó junto al resto de sus cosas.  Lo enciende con destreza.  Owachy está tras la candela, tras el crepitar de la leña seca.

Dio una calada y soltó el humo suave, blanco y arremolinado,  mezcla de nicotina y vaho.  El frío arreciaba aquella noche especialmente.

- Dime... cuéntame Owachy

Él dudó...  él siempre duda, es su naturaleza...


El siempre duda en todo lo concerniente a lo suyo. Una mente demasiado activa e inquieta en un mundo demasiado formal y estandarizado.

Owachy y Snow no pertenecen a este planeta ni a esta época de cafeína al despertar y pastilla para dormir.  Todo es más sencillo que eso, solo hay que seguir el ritmo que nos marca la madre Tierra y nunca, nunca, levantarte antes que el rey Sol nos muestre su presencia ni acostarte más tarde de la aparición de su amada, la Luna.

Comer las frutas de la Tierra, regadas por la lluvia.  Cazar con respeto los animales de la Tierra, alimentados por sus pastos, verdes, e hidratados por sus aguas, frías y cristalinas. Vivir la libertad de la tierra. Ser unos nómadas que emigran en primavera para regresar en otoño y nunca permanecer mucho tiempo en un mismo sitio. No tener pertenencias. Las pertenencias atan y no sirven de mucho ante una tempestad en una pradera o un fuego producido por un rayo en un bosque.  Contar las estrellas, pescar en ríos y cazar en la pradera... sus obligaciones.  Tener lo justo para vivir... acorde, a la madre Tierra.


La madrugada cae, ella lo ha estado escuchando sentada en un viejo tronco de árbol abatido por alguna vieja tormenta.  Tira la colilla del cigarrillo al fuego.

 El silencio vuelve, los dos miran al fuego un momento. Él mueve un tronco y el fuego se agita,  las chispas del fuego le hacen poner la mano en los ojos para protegerse.

 Owachy sonríe y sin pensar demasiado pregunta a la mujer de las plumas porqué se empeña en quedarse, porqué permanece a su lado.

Owachy nunca pregunta, no es de preguntas...  Es silencioso, observador, hábil como el alma del mejor de los lobos, como uno de los hombres más sabios.
Snow se muerde los carrillos por dentro. Pensativa durante un par de segundos.

No sé... balbuceó dudando como su Owachy. Pero siguió...

Yo estoy aquí, Tú ahí y el fuego de este lugar en medio de nuestros dos mundos.  Me gusta este lugar.  Aquí solo estamos tú, yo y nuestras almas tan llenas de cosas. De esas cosas que no son cosas, de cosas mías que tienes tú y cosas tuyas que tengo yo.  Me gusta este lugar creado a poquitos, me gusta sentarme contigo aquí, donde para mi siempre es noviembre, donde para mi siempre  es noche de luna. Donde siempre puedo encontrarte, hablar de las historias de nuestros mundos y de vez en cuando inventar un poquito de ese mundo de casita de campo,  con animales que nos escogieron y cuentos que inventamos para seguir soñando.   Me empeño en quedarme a tu lado,  porque Owachy solo hay uno, solo tú... y  permanezco a tu lado porque...     - Owachy permanecía atento. Sabía que Snow era impredecible en sus arrebatos.  Así que aún con la apariencia impasible permaneció atento, inmóvil, quería saber lo que la chica las plumas iba a decir -   Permanezco a tu lado porque me gusta jugar contigo.  Ya no se encuentra gente como tú. Ni como yo.  Que construyan un mundo a base de cosas que no son cosas, sino la esencia de uno mismo. Tal cual, con nuestras luces y sombras. Sin más.

Owachy escondió su sonrisa tras una mueca expresiva. A  él también le gustaba estar en ese mundo entre mundos y encontrarla a ella con sus piedras, con sus plumas y con sus lobos y dragones, y sus velas y sus candelas, y  con su perra  y con sus cuentos, y con sus risas y sus miedos,  y con su música y con sus libros y con todas sus cosas.

Snow sintió frio, casi siempre tiene frio.    A ella le gustaba estar en ese mundo entre mundos y encontrarle a él  con sus motos, con sus amigos, y con su trabajo, y con sus despertares madrugadores, y sus rutas, y su cueva, y su gata de callejón, y su dieta, y sus planes y sus historias, y sus risas y sus miedos, y su música y con todas sus cosas.

Parecía tarde, ella dio un beso  a la palma de su mano e hizo el gesto de lanzárselo, él  lo cogió al vuelo y tras un par de segundos el hombre hizo rodar una piedrita, que paró a los pies de ella.  La cogió y la sopló. Pidió un deseo, ella era de pedir deseos a todo, hasta a las piedras.


La madrugada avanzaba  pero aquella noche querían más tiempo compartido.









jueves, 3 de noviembre de 2016

Esperanza!!!

Himno de la Guardia Civil a un hermano caído.Editar



Tú nos dijiste que muerte no es el final del camino, que aunque morimos no somos, carne de un ciego destino.
Tú nos hiciste, tuyos somos,
nuestro destino es vivir,
siendo felices contigo,
sin padecer ni morir.
Siendo felices contigo,
sin padecer ni morir.
Cuando la pena nos alcanza por un hermano perdido cuando el adiós dolorido busca en la Fe su esperanza.
En Tu palabra confiamos con la certeza que Tú ya le has devuelto la vida, ya le has llevado a la luz.Ya le has devuelto la vida, ya le has llevado a la luz
Cuando, Señor, resucitaste,
todos vencimos contigo
nos regalaste la vida,
como en Betania al amigo.

Si caminamos a tu lado,
no va a faltarnos tu amor,
porque muriendo vivimos
vida más clara y mejor.
Porque muriendo vivimos
vida más clara y mejor.


martes, 1 de noviembre de 2016

Memoria




Hace muchos años, cuando entrabas en las iglesias se solía hacer algo que resulta precioso pero sobretodo necesario, era recordar a las personas que ya no están con nosotros.  Para recordarlos se ponía una vela, una vela en la oscuridad que se encendía con todo el amor de tu corazón.  Era algo que aún siendo ateo sabes que una vela tiene cierto poder, comunica y dice algo importante más allá de ideas religiosas.

Recuerdo hace muchos años, siendo pequeña, haber entrado en una iglesia y descibrir como habían sustituido las velas de cera de toda la vida por un sistema en el cual tú metías una moneda y una bombilla se encendía un ratito...     Recuerdo mi sorpresa, una controlada indignación por aquél absurdo, no me parecía serio que se pusieran bombillas que se apagaban 5 min. después de haber dado tu moneda.
Con los años fui dejando de visitar iglesias... olvidé las velas de 5 minutos.  Pero de pronto alguien me las ha recordado, él viene de otro país y se ha sorprendido tanto como yo en mi niñez de ver esta cosa tan poco natural, tan fría, tan absurda.   

¿En que sociedad  nos estamos convirtiendo?  Cuando lo espiritual,  el fuego que nos hizo humanos, el fuego que iluminó las cavernas, el fuego que se alzó sagrado, el fuego que portaba el chamán, el fuego que era mensajes de nuestros ancestros y predecesores en eso que llaman muerte, cuando la conexión con aquellos que se adelantaron  se convierte en bombillas temporizadas.  Nos estamos convirtiendo en una sociedad sin alma.

Hoy en casa, en mi caverna del siglo XXI hay una vela, una vela blanca, de verdad.  Aunque ellos están siempre con  nosotros en la memoria... la tradición nos dice que hoy ellos están más cerquita de nosotros.
La vela nos transmite, nos recuerda lo mucho que los añoramos, lo mucho que nos hacen falta a pesar del tiempo, a pesar de ese espacio enigmático que nos separa.